lunes, 25 de noviembre de 2013

la union sovietica y la rev. de octubre

La Unión Soviética tuvo un sistema político de partido único dominado por el Partido Comunista hasta 1990 y aunque era una unión federal de 15 repúblicas soviéticas sub-nacionales, el Estado soviético fue estructurado bajo un Gobierno nacional y una economía altamente centralizados.
La revolución rusa de 1917, que provocó la caída del Imperio ruso, tuvo como sucesor al Gobierno Provisional Ruso, que fue de corta duración, debido a que los bolcheviques ganaron la Guerra Civil Rusa y fundaron la Unión Soviética en diciembre de 1922 con la fusión de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, la República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia, la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia.
Tras el deceso del primer líder soviético, Vladímir Lenin, en 1924, Iósif Stalinacabó ganando la lucha por el poder y dirigió el país a través de una industrialización a gran escala con una economía centralizada y, a su vez, con represión política.En junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial,Alemania junto a sus aliados invadió la Unión Soviética, un país con el que había firmado un pacto de no agresión. Al cabo de cuatro años de una guerra brutal, la Unión Soviética emergió victoriosa como una de las dos super potencias del mundo, junto a los Estados Unidos.

Definicon de agrupaciones y partidos políticos relacionados con la rev. de Octubre

¿Quienes eran los soviets?
 Los soviets eran Agrupaciones o asambleas de obrerossoldados y campesinos rusos que surgieron por primera vez durante la Revolución de 1905 en oposición al zarismo, constituyendo una fuerza fundamental durante la de 1917, que logró derribarlo.
En diciembre de 1922, se formó la URSS, unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Cada una de las quince repúblicas que la integraron (luego se agregaron más), tenía su Soviet Supremo. Los soviets estuvieron durante el período revolucionario controlados por los bolcheviques.

¿Quienes eran los zares?
 Los zares eran autócratas que contaban con el poder supremo del Estado. El último zar ruso fue Nicolás II, de la dinastía de los Romanov, ejecutado por los revolucionarios bolcheviques, junto a su familia y algunos sirvientes en la noche del 17 de julio de 1918 en Ekaterimburgo (en los Urales).

¿¿ Y los bolcheviques?
 Uno de los grupos integrantes de la oposición al zarismo. Constituyó el ala más radical del Partido Socialdemócrata Ruso.
En el Congreso de Londres celebrado en 1903, los bolcheviques se erigieron -bajo el liderazgo de Lenin- en el sector mayoritario, frente a los más moderados, los mencheviques, denominados a partir de entonces“minoritarios”.
Los bolcheviques eran partidarios de la implantación de la dictadura del proletariado teorizada por Carlos Marx y de la unión de obreros y campesinos como fórmula para conseguir la destrucción del zarismo y la conquista del poder.
En 1912 se produjo la escisión entre bolcheviques y mencheviques. Años más tarde, en octubre de 1917, alcanzaron el poder tras el golpe de Estado que acabó con el Gobierno Provisional, dirigido por Keresnky.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Octubre la película, dirigida por Eisentein Sergi

Fiel reconstrucción de los acontecimientos ocurridos desde Febrero hasta Octubre de 1917. Una película en la que, siguiendo la filosofía comunista, no había personajes principales. La habilidad de Eisenstein y su experiencia se ve en los rápidos movimientos y en el ritmo en el montaje, así como en la construcción de intensas secuencias que no fueron bien entendidas por las tempranas generaciones rusas. El estreno se retrasó hasta 1928 debido a la presión de algunos grupos influyentes y, además, se cortaron algunas escenas. Aparecen en el filme muchos de los protagonistas de la revolución: los Guardias Rojos, los soldados y los marineros. (FILMAFFINITY)
Críticas
  • Basada en la misma novela que inspiró "Rojos" (Reds, de Warren Beatty, 1981), se trata sin duda alguna de una de las películas claves del cine mudo. Una obra maestra con impresionantes y elaboradas escenas que confirmaron a Eisenstein como uno de los directores más importantes del cine mundial.
  • El Octubre (1927) de Eisenstein es la película más importante jamás producida sobre 1917. Lo que mucha gente no sabe es que resultó censurada personalmente por Stalin que ya no aceptaba la obra de John Reed que acabaría siendo prohibida.
    Con la revolución el cine soviético interrumpe la producción de películas basadas en argumentos patrióticos e históricos, las adaptaciones literarias y los folletines de la época zarista. La revalorización y el impulso de los documentales y noticiarios van a cambiar las fórmulas creativas, con ideas y métodos nuevos. Junto con las escuelas de vanguardia promovidas por Vertov, el FEKS y Kulechov, están las aportaciones de los grandes maestros como Eisenstein, Pudovkin y Dovjenko…
    Los líderes bolcheviques tenían una idea sobre la capacidad cultural y educativa del cine, tan precisa como la que tuvo la Iglesia católica que se introdujo inmediatamente en el medio, incluso creó sus propias productoras. Esta conciencia la expresará Lenin, al declarar “De todas las artes el cine es para nosotros la más importante.” En primer lugar, y sobre todo, Lenin quería decir que el cine debería proporcionar al nuevo régimen revolucionario su arma más efectiva de agitación, propaganda y educación. Era lo más parecido a la “enorme palanca” que Trotsky reclamaba mientras contemplaba una pelea entre los propios portuarios de Cádiz, donde, allá a finales de 1916, estaba a punto de embarcarse para los Estados Unidos. A pesar de las enormes dificultades materiales –Rusia no tenía ninguno de los elementos que permitían el cinematógrafo, lo tenía que comprar todo-, la revolución no tardó en producir sus propias películas, una hornada mítica de aportaciones fruto del encuentro entre las vanguardias artísticas y la revolución, entre los que destacan tres que pueden ser quizás las más representativas: El acorazado Potemkin, La madre y El hombre de la cámara.
    El fermento experimental que siguió a la revolución de octubre de 1917 llevó a la Unión Soviética a la vanguardia artística del cine mundial en la década de los 20. Sin embargo, a finales de 1927 sucedió algo que podía parecer ajeno al cine pero que no lo era: el ascenso de Stalin en la cúpula de una dirección que mandaba en un partido que, a su vez, era el que sostenía el Estado. Fue en Octubre de 1927 que tuvieron lugar las últimas manifestaciones permitidas de una oposición que seguía representado el partido de la revolución. Se había cumplido diez años desde aquel Octubre en el tuvo lugar la toma del Palacio de Invierno, y hacía tiempo que se venían rodando varias películas para celebrar el evento, siendo la más importante Octubre (1927), de Serguei M. Eisenstein, en la que, tal como se venía contando en todas las historias de 1917 hasta entonces, Trotsky tenía el papel más importante junto con Lenin.
    El resultado es conocido por todo el mundo, Eisenstein realizó una película, discutible por muchos conceptos, pero que se erigió, sin la más mínima duda, en la más importante y también la mejor de todas cuantas se han realizado sobre la revolución de 1917 hasta el presente. Este Octubre contenía una triple virtud: --1) abordar un hecho histórico confiriéndole un carácter mítico que sedujo a varias generaciones (muy significativas en este sentido son las notas del diario de André Gide, evocando una visión que influyó notablemente en su evolución hacia el ideal comunista); --2) ser en sí misma un hecho histórico que trasciende su carácter fílmico, y --3) ser un reflejo histórico de un momento muy preciso: el ascenso en solitario de Stalin como líder providencial. Conviene observar que el testimonio de John Reed (el mejor que se haya hecho sobre cualquier revolución) fue el escogido para representar el acto fundacional del Estado soviético. Hasta entonces no se había efectuado ninguna rectificación de su famoso libro Diez días que conmovieron el mundo, que no por casualidad fue rigurosamente prohibido bajo Stalin, y permitido desde Jruschev con unas anotaciones que casi desmentían la verdad del texto. A la hora de elaborar el guión, como en el rodaje, nadie se cuestiona el papel protagonista del acontecimiento por parte de Trotsky, y la relevancia de otros personajes como Grigory Zinóviev o Antonov-Ovseenko, quien será finalmente el único de los artífices de que --con la excepción de Sverdlov, fallecido en 1922--, permanecen por unos momentos en el montaje final, en tanto que Trotsky queda reducido a un gesto negativo, se opone al planteamiento de Lenin en el punto de la insurrección aunque automáticamente vota a favor. Tampoco se le ocurrió entonces a nadie incluir a Stalin entre los protagonistas, no constaba salvo en un par de alusiones, como su nombramiento en tanto que Comisario de las Nacionalidades. Ulteriormente, ya no habrá ninguna otra película soviética –y por supuesto, pintura o libro de historia-- sobre los acontecimientos, que no lo coloquen a Stalin al lado de Lenin, o por encima de éste. Mientras que se está haciendo la película, Trotsky, que había desistido en utilizar el Ejército que había creado a su favor, ya había sido condenado (1924) por "desviación pequeño burguesa", y destituido de sus cargos militares (1925).
    El 27 de diciembre de 1927, Trotsky será expulsado del partido, luego desterrado a Alma-Ata, hasta el destierro final (1929). Cuando se estaba celebrando el desfile oficial del aniversario, Trotsky y la oposición de izquierdas son fervorosamente aplaudidos desde el público próximo al “podium” de Stalin. Según el codirector de la película, Grigory A. Aleksandrov, fue el propio Stalin en persona el que visitó los laboratorios para indicar los cortes relacionados con Trotsky, y uno que mostraba a Lenin bajo "enfoque insatisfactorio". Al final, de propio 49.000 metros de cinta se utilizaron solamente 2.800. Esta reducción provocó un radical desequilibrio en el montaje que, además, tuvo que hacerse con toda premura. En un artículo sobre la cuestión, Ángel Fernández Santos se interroga sobre la cuestión en los términos siguientes; …
    Adonde están los restos, si es que no han sido quemados, de la hora larga que Stalin mandó amputar de Octubre, dejando a la genial película completamente desmedulada y coja. Y a continuación, sintetiza así su versión de lo que algunos considera el mayor ejemplo de censura (aunque peor hubiera sido sí Viridiana llega a desaparecer como pretendió Franco): Cuando en 1925-1926 Einsenstein rodó Octubre todavía León Trotsky era universalmente indiscutido como supremo estratega y conductor de la Revolución de Octubre de 1917 en San Petersburgo, pero año y medio después, cuando iba a estrenarse la película, Stalin ya había decidido borrarle del mapa de la historia de Rusia y ordenó arrancar de las bobinas, que abarcaban más de tres horas de metraje, cualquier huella de Trotsky. Más de una hora de genio cinematográfico se hizo así humo, invisible humo. Quedaron únicamente a salvo dos pequeñas hilachas, que se filtraron entre las prisas de la burocracia soviética por acabar con aquella vulneración de la verdad artística e histórica: se les escapó la inconfundible presencia de aquel hombre de gafitas estilo "quevedo" que hay junto a Lenin en la escena del retorno de éste de Finlandia hacerse cargo del mando de la sublevación de Petrogrado; y se le coló también el instante, casi visto y no visto, en que, entre un abrir y cerrar de puertas, se ve a un hombre joven de pelo negro encrespado, inclinado sobre una mesa, firmar y firmar frenéticamente orden tras orden en un despacho del instituto Smolny, cuartel general del líder del Octubre real, arrancado por Stalin del Octubre cinematográfico. Estas líneas pertenecen al artículo "El cine invisible" (Cinemanía nº 34, octubre 1998). Su autor, Ángel Fernández Santos publicó en uno de los primeros números de Ruedo Ibérico, un memorable trabajo sobre las ideas de Trotsky sobre el arte y la cultura en la que se ofrecía información sobre la corriente largocaballerista durante la Segunda República…
    Por otro lado, resultan cuanto menos curiosos algunos comentarios políticos insertos sobre la película en trabajos de especialistas, como el de Augusto M. Torres en Videoteca básica del cine (Alianza Ed., Madrid, 1993), que compara el caso de la desaparición de Trotsky en el metraje con unas opiniones actuales "que conceden mayor importancia a Kerenski que a Lenin" (p. 418), algo absolutamente descabellado incluso desde el punto de vista reaccionario que busca de enfocar Octubre como una obra escrita por Lenin (vean sino cualquier documental reciente). O el de José Mª Caparrós, que en 100 películas sobre historia contemporánea (Alianza Ed., Madrid, 1997), hace sostener a Trotsky "que un régimen comunista en un solo país era una anomalía y que la revolución proletaria únicamente se salvaría cuando el mundo entero hubiera sido encaminado por esa vía" (p. 205), cuando sería mucho más preciso decir que la revolución rusa fue concebida como un "prologo" a la extensión de la revolución al menos en algunos de los países industrializados.
    El lector interesado en mayores detalles sobre la película, los obtendrá en el trabajo de Esteve Riambau, "Octubre, un doble reflejo de la historia", incluido en La historia y el cine (Ed. Fontamara, 1983).
  • La película Octubre, originalmente es una recopilación visual no auditiva en la que se da a conocer la problemática del proletariado y la burguesía en el territorio ruso.Siguiendo la filosofía comunista, en Octubre no hay personajes principales. La habilidad de Eisenstein y su experiencia se ve en los rápidos movimientos y en el ritmo en el montaje, así como en la construcción de intensas secuencias que no fueron bien entendidas por las tempranas generaciones rusas. Muchos participantes de la revolución tales como los Guardias Rojos, soldados, marineros o personajes comoTrotski y Lenin aparecen en el film, dando buena prueba de la fidelidad que pretende reflejar.

    este es el enlace en donde se puede ver la pelicula:

  • http://www.youtube.com/watch?v=oFf9PcwITFc

domingo, 17 de noviembre de 2013

Del gobierno provincial al triunfo bolchevique

Las protestas que se alzaban desde diferentes sectores sociales y políticos rusos se agudizaron en los primeros días de 1917. Se multiplicaron las huelgas y las movilizaciones callejeras organizadas por los soviets. La oposición moderada critico con dureza la política del Zar y este disolvió la Duma. Entre el 23 y 27 de febrero se desencadeno entonces una agitación social que forzó al Zar a abdicar. El poder político quedo en manos de los partidos liberales, demócratas moderados, socialistas revolucionarios y mencheviques, reunidos en la Duma, y se formo un gobierno provisional presidido por Kerenski.
El gobierno de Kerenski intento consolidar el parlamento, basado en el sufragio universal y en la división de poderes. Pero no logro ejercer su poder de manera efectiva en toda Rusia. Las protestas sociales que se expresaban a través de los soviets debilitaron al gobierno. En la practica, en ese momento había en Rusia un doble poder: el de la Duma y el de los soviets.
El gobierno no pudo dar respuestas rápidas a los reclamos de los sectores mas desprotegidos y tomo una decisión que tuvo un gran peso político: decidió continuar participando en la guerra. Esto provoco un profundo malestar entre campesinos y soldados. Los soviets de campesinos, por su propia iniciativa, comenzaron a ocupar las grandes propiedades rurales y a re partirlas; los soviets de soldados abandonaron el frente de guerra y apoyaron a los campesinos; los soviets de obreros alentados por la propaganda de bolchevique ocuparon las fabricas. Ante esta situación, los partidos moderados y el gobierno eran incapaces de hacer respetar sus decisiones. La crisis política favoreció la revolución social.
El dirigente que con mas claridad advirtió esta situación fue Lennin. Apenas llegado del exilio, escribió un articulo conocido como Las tesis de abril, con el que convenció a los bolcheviques de que era el momento de acelar el proceso revolucionario. Sus consignas fueron"todo el poder a los soviets" y "pan, tierras y paz". De este modo, proponía dejar la lucha parlamentaria y promover una insurrección desde los soviets que habían organizado las protestas sociales. Su táctica resulto muy eficaz, ya que logro unificar las protestas contra el zarismo y el ineficaz gobierno provincial.
Los días 24 y 25 de Octubre, los soviets de Moscu y San Petersburgo, controlados por los bolcheviques, con el apoyo de una guardia roja integrada por obreros y soldados armados, ocuparon los puntos claves de la capital imperial y tomaron por asalto el Palacio de Invierno.

La oposición social y politica

A comienzos de 1917 existían múltiples demostraciones de aposición social al régimen zarista. Los tres grupos mas perjudicados por la critica situación rusa eran los campesinos, los soldados y los obreros.


  • Los campesinos no habían mejorado sus condiciones de vida, a pesar de que legalmente la servidumbre se había abolido en 1861. La vida de los 85 millones de campesinos pobres empeoraba cada año, debido al crecimiento demográfico, a la falta de tierras y a la escasez de alimentos. Sus quejas se dirigían fundamentalmente  contra la minoría de campesinos ricos. los kulaks.
  • La situación de los soldados que combatían en la Primera Guerra era penosa: cientos de miles de hombres morían en el frente o resultaban heridos o capturados. Los soldados ya no deseaban morir por el Zar y muchos de ellos desertaban o desobedecían las ordenes de los oficiales zaristas, debilitando aun mas al ejercito ruso en retirada. El gran numero de muertes en el frente y la necesidad de incorporar nuevos soldados repercutía negativamente sobre la economía de las familias campesinas. Los hombres capacitados para trabajar eran enviados a combatir.
  • La vida de los obreros industriales también era difícil debido a los bajos salarios, al aumento en el precio de los alimentos y a la falta de combustible en las ciudades para afrontar en invierno. Las huelgas se multiplicaban y la situación se hizo cada vez mas tensa, a medida que la economía del país se resentía por los efectos de la guerra.

Para hacer valer sus demandas y coordinar sus acciones de protesta, los obreros, campesinos y soldados comenzaron a organizarse espontáneamente, formando consejos o comités, llamados soviets. La proliferación de soviets soldados, de obreros y de campesinos creo las condiciones favorables para que estallara la revolución social.

El tratado de Paz de Brest-Litvosk

A los pocos días de tomar el poder, los bolcheviques iniciaron conversaciones con Alemania para establecer una paz por separado. El gobierno soviético fue representado por Troski. Debilitados por tres años de guerra y con una economía quebrada, los rusos firmaron un tratado desventajoso por el que reconocían la perdida de amplios territorios. Un conjunto de naciones que habían Estado bajo el dominio del Imperio zarista(y que agrupaban a la cuarta parte de la población total del imperio) dejo de pertenecer al recientemente creado Estado soviético. Lennin confiaba en que si se aseguraba el éxito de la revolución Rusia, esta podría extenderse a Alemania. Los  sectores nacionalistas acusaron a los bolcheviques de acordar una "paz vergonzosa". Lennin sostuvo que "es necesario retroceder. La historia nos dirá quien habrá tenido razón". Tras la derrota de Alemania en 1918, el tratado fue anulado.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Lennin y la guerra

El malestar en el frente se expresaba en las deserciones masivas y el nuevo régimen parecía incapaz de resolver el problema de la guerra.Los países occidentales habían apoyado al Gobierno Provisional temerosos de que Rusia se retirara de la misma.

En abril de 1917, Lennin regreso a Rusia con una postura hostil a "la guerra imperialista de rapiña" ; pedía, entonces, "la paz sin anexiones". Rusia debía declararse "libre de todo compromiso" con los países aliados en una guerra a la que había ingresado por iniciativa del Zar depuesto.La paz era un llamamiento a los gobiernos y a los pueblos; Lennin creía que la revolución proletaria era eminente en Europa y que los trabajadores, al ver que sus gobiernos no querían la paz, se rebelarían.
Mientras tanto, las embajadas francesas y británica presionaban por la continuidad de Rusia en la guerra; si esta decidía retirarse unilateral mente, se cerraba un frente y se facilitaría una gran ofensiva alemana. Por su posición anti belicista, Lennin fue acusado de " agente alemán", de trabajar como "espía al servicio de Alemania" por pretender que el nuevo poder en Rusia firmara la paz por separado con " el imperialismo alemán". La agitación de su partido(bolchevique) determino la detención de algunos miembros y el propio Lennin tuvo que refugiarse en Finlandia. Pero así como la oposición a la guerra fue decisiva para acabar con el régimen zarista, también lo seria para el triunfo de la Revolución bolchevique en Octubre.

Consecuencias de la Rev. bolchevique de Octubre

Como primer estado socialista, presento sus logros como un sistema alternativo y con expectativas de superar al capitalismo.La unión de las repúblicas  socialistas soviéticas (urss) preservara la unidad terrenal multinacional durante 74 años, hasta su disolución y caída en 1991.

  • En 1918 el gob. bolchevique firmo la paz con Alemania. Troski sello el tratado de Brestlitovsk que ponía fin a la intervención rusa en la 1ra guerra mundial.Como representantes del nuevo gobierno soviético, tuvo que aceptar duras condiciones: los alemanes ocuparon los países bálticos. parte  de Bielorrusia, Ucrania y Polonia. Ademas debía pagar reparaciones con materias primas y oro.
  • Se dispuso como unja de las primeras medidas revolucionarias el reparto de la gran propiedad territorial y el usufructo de la tierra por parte de los campesinos. También se estableció la nacionalización de las industrias y servicios y el control obrero de la producción.
  • El levantamiento de la bandera de la revolución mundial. Lennin, el líder bolchevique, sostenía que la rev. limitada a Rusia no seria viable. Después de la toma del poder en Rusia, debía estallar la revolución proletaria en toda Europa. Creía firmemente que el espíritu de rebelión estallaría en Alemania.
  • Se perpetro la intervención extranjera y el "cordón sanitario" a Rusia. Los franceses y británicos desembarcaron tropas en las costas rusas del norte, con el pretexto de garantizar la continuidad de la guerra contra Alemania. Pero estas apoyarían a los ejércitos contrarrevolucionarios que se levantaron contra el poder soviético.
  • La intervención se prolongo con el propósito de establecer un cero económico al gobierno bolchevique, disponiendo el cierre del comercio a los puertos rusos del mar Báltico. El presidente norteamericano Wilson señalo en 1919 que la declarada hostilidad de los bolcheviques contra los gobiernos y el anunciado programa de revolución internacional los convierte en una grave amenaza". Esta actitud determino el aislamiento de la Unión Soviética y recién en 1934 se permitió su ingreso a la Sociedad de las Naciones .
  • La guerra civil, que duraría dos años y medio, enfrento al Ejercito Roja contra los restos del ejercito zarista y los contrarrevolucionarios apoyados por fuerzas extranjeras.
  • En 1918 se dispuso la ejecución del Zar y su familia por temor a que sean liberados por los contrarrevolucionarios.
  • En 1920 se fundo por iniciativa del gob. soviético, una Nueva Internacional, en sustitución de la Segunda Internacional desacreditada por la guerra a la que no había  sabido oponerse.

martes, 5 de noviembre de 2013

imágenes de publicidades y periódicos de la guerra rusa




http://publicidadypropaganda2008.blogspot.com.ar/2009/09/carteles-de-la-revolucion-rusa-1917.html
en este enlace se pueden ver imagenes de carteles de la guerra de 1917 y su explicacion

http://historiaglobalonline.com/2009/09/la-revolucion-rusa-en-imagenes-1917-1953/ aqui tambien se puede ver imagenes de la guerra rusa
y en esta ultima se pueden ver imagenes de la guerra rusa

Artículos periodísticos sobre la revolución rusa de octubre

Octubre de 1917 - La revolución socialista
El 25 de octubre de 1917 comenzó la Revolución Rusa. Basándose en las teorías de Karl Marx, Vladimir Lenin encabezó en esta fecha la primera revolución comunista del siglo XX, instauró la dictadura del proletariado, adoptó como régimen político la República Federal Socialista y Soviética Rusa y expropió a los terratenientes de tierras y las repartió entre los campesinos. Las  empresas pasaron a ser propiedad del Estado, bajo el control de los mismos trabajadores. La Revolución de Octubre -el acontecimiento político, económico y social más importante del siglo XX- tuvo lugar el 7 de noviembre de 1917 de nuestro calendario. Sucede que al momento de la revuelta, Rusia aún se regía por el calendario juliano, mientras que la mayoría de los países occidentales, inclusive la Argentina, se regían por el calendario gregoriano. Para recordar este episodio, hemos seleccionado un artículo que consigna cómo fueron informados los argentinos sobre los sucesos que se desarrollaban en Rusia.
De cómo los porteños de 1917 fueron informados sobre la revolución rusa
Fuente: Hernán Juárez, Diario La Opinión cultural, domingo 19 de noviembre de 1972
¿Cómo toma conocimiento de la Revolución Rusa el argentino medio de aquella época? Retrocedamos a noviembre de 1917: ciudad de Buenos Aires. Seleccionemos los diarios de mayor gravitación en ese entonces: La Prensa y La Nación. Algunos más, otros menos, ya conocemos la cronología de aquellos sucesos ocurridos hace 55 años. Así como el periodismo actualmente hace gala de su “objetividad” informativa para notificarnos sobre Vietnam, Uganda o Chile, sin duda tuvo que ejercer esos mismos significados en su práctica, para realizar la cobertura noticiosa de la primera revolución proletaria a nivel mundial. Veamos, estimado lector.
Ahí se encuentra nuestro buen argentino en pleno período yrigoyenista –sentado en su patio de macetas- a punto de cometer el acto de solazarse con las páginas de su diario predilecto: La Prensa (LP) o La Nación(LN). Es sábado 3 de noviembre y su señora, plumereando el bargueño, posiblemente aspire a un corpiño con puntillas que por sólo $ 0,55 ofrece la Casa de los Novios, de Barbagelatta y Cía. Aproximémonos, con el gran angular de nuestra imaginación, a esa mecedora donde se bambolea el sujeto. En medio de los titulares de la “Gran Conflagración en Europa” el hombre de pantuflas matinales advierte un recuadrito que anuncia “La Situación en Rusia”. Percibe inmediatamente que un corresponsal de Associated Press altera las orejas de Kerensky nada menos que con este interrogante: “¿Cuál es el futuro de Rusia después de la guerra?” Tamaña sutileza cala hondo en el reporteado, a tal punto que su respuesta coquetea con la metafísica: “Nadie puede imaginarse el porvenir” concretiza el gobernante y, sin duda, pierde sus ojos en la lejanía del cuarto. El día anterior LN comunicaba: “Varios elementos populares están listos para sostener al gobierno con automóviles armados de ametralladoras”.
Este operativo precede a las frases de un artículo de Gorka donde, según la traducción del cable, el aludido denuncia que “agitadores sin religión ni ley atentan contra la libertad de Rusia”. Ya el martes 6, luego de que el idolatrado Botafogo triunfase en el Premio Carlos Pellegrini, un cable sentenciaba con respecto a la situación en Petrogrado: “El gobierno presiente que los agitadores se agotarán hablando” (LP). Tal vez nuestro sujeto, contra el duro respaldo de su asiento en el tranvía, hubo de coincidir con esa interpretación freudiana del deseo insatisfecho, si renglones más abajo no se topara con una descripción del frente de guerra, por la cual “se insta a los soldados alemanes” a pasarse a la trinchera rusa “donde se les brinda vodka, dinero” y sano esparcimiento.
Reconforta suponer que los moscovitas estuviesen desde entonces en el ruido, si no fuese por un incisivo informe de La Nación donde se editorializa sobre “Esa Rusia ideológica y estrecha” que, con su “sibilino silencio” aconsejado por una “ínfima minoría de obreros y soldados”, hace pensar “hasta qué punto esos irresponsables de la calle conseguirán imponer sus puntos de vista”.
Es indudable que para el diario de Mitre la historia pasa por gente como uno, y no –como dice en otro párrafo- por el “egoísmo mental” de Karl Marx “exportado como veneno teórico” sobre la faz del planeta. Sin embargo, la cabeza de nuestro lector de época reposa en paz durante la noche, por cuanto ambos matutinos descifran la situación como “derrota de los boshelvikis”, mientras 400 avisos clasificados solicitan “sirvienta joven” y 12 “Amas con buena leche” se ofrecen para los hijos de la patria. (LP)
Kerensky se anticipaba a ciertos gobernantes desarrollistas –especuladores de América Latina, manifestando que “ante el compromiso de continuar la guerra solicitó a EE.UU. 32 millones de dólares”. Paralelamente a eso, el diario de los intereses agro-exportadores titulaba con letra bastante grande: “León Trotsky presidente del Comité Central” y La Nación mostraba en su página 19 del miércoles 7, un remate de ganado, bajo el rótulo carnavalito de “2000 –Vacunos – 2000.”
“El Soviet se adueña del Poder” se alarmaba el diario, apuntando escueta y protocolarmente que “Lenin es recibido con aplausos en todos lados”. Renglones posteriores, una caracterización, vía Londres, aportaba la cuota de objetiva claridad en el asunto, ya que el aplaudido “Lenin, agente alemán, con su mano derecha, el anarquista Trotsky, son los auténticos autores del golpe de Estado”. Cierta iba siendo la congoja periodística porteña, reconocible en una semblanza sobre el alicaído Kerensky que imprime LN, y donde debajo de la foto del mencionado se consigue leer: “fue la personalidad más destacada de la Revolución”. Calificación que no debe intranquilizarnos puesto que posteriormente nos enteramos de que ese hombre “ha realizado”, simplemente “una obra pasmosa”. Sobre todo (y así debe registrarlo la historia) como “agitador de las masas obreras”, conducta ésta irónicamente revelada en el momento de su previsible caída.
No tanto caída. La situación es confusa pero alentadora. “Debemos prepararnos a lo peor imaginable” transcribía LP de un grito propalado por el New York Herald. Pero el quid de la cuestión lo desentrañaba un cable de LN: “Todo parece ser un esfuerzo desesperado de los Maximalistas, señal de su caída”.Notable presupuesto lógico, acompañado por otra noticia: “Kerensky conversó con los ejércitos que marchaban a Petrogrado, e intentó convencerlos de que pararan la marcha”.
Dejemos por un rato a Kerensky convenciendo, como así también un editorial de L’Humanité de París, donde fofamente se concibe que “Rusia saldrá bien de este exceso de malestar”. Nuestro sujeto, aquí en Buenos Aires, asistía a la rauda marcha de Racing, que le ganaba seis a cero a Atlanta y ocho a cero a Columbian y continuaba al frente de la tabla. Un cable de Reuter esparcía: “Los compatriotas rusos ven a los autores del golpe como arquitectos de la ruina” (LP) y anexaba: “El golpe puede ser muy beneficioso para la reacción de Kerensky”. Otra vez nos encontramos con este “agitador obrero” que según LN “va al frente de las tropas”, con “un ejército de 200.000 hombres” –agregaba LP- “y muchas guarniciones que se le declaran fieles”. Como contrapartida desoladora: “Los obreros ferroviarios negaron autoridad a los bolcheviques”.
Nuestro lector de 1917, debajo del calor de noviembre y de su rancho, posiblemente se fascine ante esta recuperación contrarrevolucionaria, y más con una noticia, otra vez en La Prensa, donde “los rebeldes, como una muchedumbre desordenada, se retiran”, puesto que “estalló en toda Rusia, una revolución a favor de Kerensky”. Se suma, para no ser menos, LN, con titulares al día 12 que decretaban: “Aplastante victoria de los Cosacos sobre los ejércitos de Lenin en Petrogrado”.
No podían ser otros que ingleses, los que pararan un poco flemáticamente la mano puntualizando: “Es ésta una revolución extraña” según cronifica LP de un editorial del The Daily Chronicle. En una cruel dramatización de los sucesos, LN narra cuando Trotsky “tomó posesión del ministerio y pidió que se le entregaran los tratados secretos, pero los empleados se negaron a traducirlos”. El mismo cable concluye con un enigmático párrafo: “Fue encontrado desnudo el cadáver del Gral. Turnenoff”. Del desafortunado militar en cueros, sobre el cual nada más se documenta, saltamos a La Prensa, quien anuncia a los cuatro vientos:“Los Maximalistas pierden terreno”. “Sigue avanzando el Ejército de Kerensky con rumbo preciso, aunque no se conoce el punto donde realmente se halla”. “El fracaso de los bolcheviques es cuestión de horas”.
Largas horas duraría ese fracaso, no obstante “algo es seguro –propala un cable de La Nación- cualquiera que triunfe la victoria no será de Lenin” (día 13). “Se lucha en Petrogrado”, prosigue LP; agrega: la “Guardia Roja fue derrotada en Moscú” (14). Y analiza supinamente: “La combinación Lenin-Trotsky carece de suficientes hombres para ejercer la autoridad”. Juntamente con la impopularidad del binomio,“se confirma la completa victoria de Kerensky”. Si nuestro lector de 1917 hubiera fallecido arrollado por el caballo de un lechero, por ejemplo, quizás expirarse ese 15 de noviembre con la imagen falsa de una historia que vivirían dos días después sus conciudadanos. A no ser que se hubiese fijado en esa misma edición del diario, en un cable en el ángulo inferior de la página, letra más chica, de 6 renglones, el cual transcribía un telegrama de Trotsky: “Kerensky se retira, pasamos a la ofensiva”.
Pero no, en Buenos Aires, Caruso fuma cigarrillos “Reina Victoria” y el “Gral. Kaledines es ahora el dictador de Rusia” (LP). Bancarrota total bolchevique: “La población retira su confianza a Lenin y Trotsky”La Nación complementa: “Kerensky dueño del Kremlin y del Telégrafo”. La Prensa afirma: “En Moscú se formó una tercera fuerza, integrada por criminales, que combaten contra Kerensky y los bolcheviques”. Se abalanzan las noticias. Fijémonos en éstas: “Kerensky vuelve en tren arrancando las vías mientras avanza”, dice LP. “Petrogrado en llamas” se imagina LN, “las mujeres soldados son tratadas con rudeza por los revolucionarios”. “Estamos sobre el final de la revolución”“Los Cosacos Avanzan”“Crece el Pánico entre los bolcheviques” (todas de LP), “Lenin ha sido detenido” (LN, día 16), “El Gral. Dukhonin publicó una proclama donde anuncia que le informen el paradero de Kerensky, porque lo ignora y ha decidido defenderlo”. El Trust Joyero impone el día del Mate y la Bombilla. Se festeja en nuestro país la semana del “Nene”. “Los bolcheviques sufrieron 500 bajas” en un combate “contra ninguna baja de sus enemigos”. “La combinación Lenin-Trotsky sigue perdiendo terreno” (LP). “Se aconsejó a Kerensky que entrara en Petrogrado con una bandera blanca, pero desapareció antes de que llegara su escolta” (17). Frenemos las citas, estimado lector, porque estamos a punto de cambiar el rumbo de la historia. Su antepasado de 1917 –el abuelo de cualquiera- abrió.
Diario el mundo.